Estas ayudas están destinadas a respaldar iniciativas, en su mayoría desarrolladas por pequeñas y medianas empresas (pymes), enfocadas al desarrollo de nuevos productos, a la implantación de nuevos procesos, a la adaptación a la industria 4.0 o al desarrollo de soluciones innovadoras basadas en tecnologías de la electrónica, informática y comunicación que tengan resultados tangibles.
El 48 % de los proyectos apoyados están relacionados con la economía digital disruptiva y el 39 % refrendan la apuesta por la economía circular y baja en carbono.
En esta convocatoria, correspondiente al ejercicio de 2024, se aprecia un incremento en los proyectos destinados a poner en marcha procesos que aplican técnicas ecoeficientes y las enfocadas al desarrollo de nuevos productos. Del mismo modo, también aumentan las iniciativas encaminadas a impulsar la producción sostenible en el sector primario.
Del total de expedientes financiados, el 45,6 % los desarrollan pequeñas empresas (entre 10 y 49 trabajadores), el 41,3 % microempresas (menos de 10 trabajadores) y el 13 % restante las empresas medianas (entre 50 y 249 trabajadores) y grandes (a partir de 250 empleados).
Dos líneas de ayudas
El apoyo de Ivace+i a la innovación empresarial se estructura, en este caso, a través de los programas Innova-CV y Cadena de Valor Empresarial, ambos financiados por la Unión Europea a través del Fondo Europeo de Desarrollo Regional.
El programa Innova-CV, que se dirige exclusivamente a pymes, tanto manufactureras como generadoras de tecnología, ha otorgado en la convocatoria de este año 11,8 millones de euros, el mayor presupuesto desde 2016.
Por su parte, los proyectos de mayor envergadura económica tienen cabida en el programa de Cadena de Valor Empresarial, que se abre también a grandes empresas y a la cooperación entre varias mercantiles. En este caso, se han concedido 14,3 millones de euros, un 12 % más que hace un año.
Ambos programas permiten la ejecución de proyectos con una duración superior a una anualidad y fomentan la innovación en el sector privado, a la vez que permiten la incorporación de tecnología y subvencionan los costes de personal propio y servicios externos necesarios en los que incurren las empresas beneficiarias para acometer los proyectos.