“La costa española es un reclamo de primer orden”, declara Iñaki Unsain, PSI (Personal Shopper Inmobiliario) director general de ACV Gestión Inmobiliaria, añadiendo que “muchos compradores internacionales alquilan su vivienda cuando no la habitan o, directamente, invierten en otros inmuebles para obtener mayores rendimientos”.
El alquiler turístico o de temporada se está convirtiendo en el refugio de los propietarios que quieren esquivar las restricciones impuestas por la nueva Ley de Vivienda. Este trasvase se ve favorecido por la atractiva rentabilidad que arroja este segmento, que no solo atrae a los que ya son propietarios, sino también a los que están pensado en invertir. Según datos recientes de la Federación Española de Asociaciones de Viviendas y Apartamentos Turísticos (Fevitur), los precios de estos arrendamientos han subido alrededor de un 10% frente a 2022 y la ocupación en julio y agosto en zonas con alta demanda turística superará el 85%.
“La costa española es un reclamo de primer orden, por eso muchos internacionales compran una casa en nuestro país como segunda residencia”, declara Iñaki Unsain, PSI (Personal Shopper Inmobiliario), director general de ACV Gestión Inmobiliaria. El experto añade que “al comprobar el potencial del negocio, no son pocos los que alquilan su vivienda cuando no la habitan o, directamente, invierten en otros inmuebles para obtener un mayor rendimiento del alojamiento turístico”, una opción que se ha convertido en tendencia entre el inversor extranjero.
Atención a la normativa
Tras el parón pandémico, el regreso de la movilidad ha abierto de nuevo las fronteras españolas al turismo internacional. El banco ING calcula que 80,7 millones de turistas extranjeros visitarán España en 2023, una cifra que ascenderá a los 83,7 millones en 2024. Estos números son, en opinión de Unsain, “un estupendo aliciente para que aquellos foráneos que disfrutan de primera mano del modelo de sol y playa quieran participar de él como inversores”.
“Tener claras las regulaciones regionales en vigor antes de dar el paso es esencial”, aconseja el ex presidente de AEPSI (Asociación Española de Personal Shopper Inmobiliario, puesto que “hay autonomías que no ponen nada fácil la obtención de una licencia de alquiler turístico debido a la saturación que existe de estas plazas en determinadas zonas”. Los últimos datos del INE, del pasado mes de febrero, apuntan a 305.136 viviendas turísticas en España. Además, Unsain indica que “hay que prestar atención a las diferencias entre apartamento turístico y vivienda de uso temporal que establezca la normativa en cuestión”.
Vigilar el patrimonio
A la hora de enfocarse hacia el alojamiento turístico como fuente de ingresos, otro de los aspectos clave que no debe pasar por alto el inversor extranjero es “si les va a afectar y hasta qué punto el nuevo impuesto de solidaridad de las grandes fortunas”. Este cambio fiscal afecta de lleno a los patrimonios por encima de los 3 millones de euros, que tendrán que pagar entre el 1,7% y el 3,5%. “Contar con asesoramiento profesional permitirá evaluar el alcance de este tributo y escoger la mejor fórmula societaria para minimizar su impacto”, expone Iñaki Unsain.
El interés de este cliente por la costa española es un hecho. Según el Colegio de Registradores, las comunidades con mayores pesos de compra por extranjeros en 2022 fueron de la mano de la actividad turística, con Baleares (34,4%), Canarias (28,6%), Comunidad Valenciana (26,8%) y Murcia (19,1%) a la cabeza. “Obtener beneficios poniendo en alquiler un piso en la playa hace tiempo que dejó de ser algo exclusivo del inversor patrio”, concluye el PSI.