El servicio de ofimóvil permite a los usuarios, sean o no clientes de la entidad, realizar las operaciones bancarias más habituales, entre las que destacan retirar efectivo, realizar ingresos y pagar recibos e impuestos en localidades sin oficina bancaria o con restricciones que limitan el acceso a los servicios financieros.
El banco cuenta con 18 oficinas móviles, 15 de las cuales recorren más de 43.000 kilómetros de media al mes y ofrecen su servicio en doce provincias de seis comunidades autónomas: Ávila, Segovia, Burgos y Palencia, en Castilla y León; Guadalajara, Ciudad Real y Toledo, en Castilla-La Mancha; Valencia y Castellón, en la Comunidad Valenciana; Granada, en Andalucía, la Comunidad de Madrid y La Rioja. Además, la entidad tiene otros tres ofimóviles en reserva para atender acontecimientos empresariales, culturales y deportivos.
“Las oficinas móviles son ejemplo de nuestro compromiso firme con la inclusión financiera en las zonas rurales. Queremos llegar a nuestros clientes con una banca próxima y accesible”, ha destacado el director de Negocio de CaixaBank, Jaume Masana.
“Hacemos el mayor esfuerzo posible para estar cerca de las personas y darles cobertura financiera en poblaciones cuya economía depende básicamente de la agricultura y la ganadería, porque sabemos que los servicios financieros son imprescindibles para retener a la población y, además, en muchos de estos municipios, es imprescindible mantener el servicio especializado para los clientes sénior”, ha puesto en valor Masana.
En la Comunidad Valenciana, las dos oficinas móviles de CaixaBank dan servicio en 70 localidades. En Valencia, atienden 39 municipios completando un itinerario de casi 3.100 kilómetros al mes y, en Castellón, las poblaciones atendidas son 31 y los kilómetros recorridos superan los 3.100.