“Me cuesta ver el declive de los tres grandes combustibles fósiles que utilizamos en la actualidad (petróleo, gas y carbón), pues estamos en máximos históricos de consumo”, afirma el director general de Grupo Moure, Manel Montero, quien hace una llamada a la “reflexión” a una clase política que considera que “está fallando en la tan necesaria aceleración de la transición energética y la reducción de emisiones”.
En un momento tan importante como el actual, en el que los diferentes conflictos bélicos que se están viviendo afectan de forma directa a la importación y exportación de dichos combustibles, Montero considera que las inversiones llevadas a cabo por la administración están siendo “desordenadas”.
El experto cita como ejemplo la electrificación que se está llevando a cabo en la movilidad: “todo esto conlleva invertir en toda la cadena de valor, cuando existen energías sintéticas que permitirían no modificar o crear toda la cadena de suministro ni la substitución de los vehículos, mediante la fabricación y distribución de gasoil sintético, que ya lo están probando algunas empresas de distribución con resultados satisfactorios”.
¿De donde proceden los combustibles fósiles usados en España?
En el último año, el consumo de combustibles fósiles en España se ha mantenido estable, pese al complejo contexto internacional. Así, en el caso del gas natural, las principales importaciones provinieron de Argelia (29,2%), Estados Unidos (que con un 21,1% vuelve al segundo puesto) y Rusia, que pese a representar un 18,3% del total registraron una cifra récord de 72.690 gigavatios hora (GWh), o lo que es lo mismo, un 35% más respecto al ejercicio anterior.
En lo que respecta al petróleo, las importaciones de crudo experimentaron un ligero descenso del 3,3% en 2023. En un ejercicio marcado por el fin de suministros por parte de Rusia, Estados Unidos se erigió como el principal suministrador en España (14,1%), seguido de México (11,4%) y Brasil (10,8%), según datos de la Corporación de Reservas Estratégicas de Productos Petrolíferos (CORES).
“No sé si estamos viviendo el principio del fin de los combustibles fósiles. Aunque algunos indicadores prevén un nivel de la demanda similar a la actual durante la próxima década, son los mismos indicadores los que también prevén una disminución de la demanda vinculada a un rápido crecimiento de las energías renovables y a la difusión de los vehículos eléctricos. El cumplimiento de estos condicionantes es el que nos indicará si somos testigos o no de este fin”, sentencia el director general de Grupo Moure.