Granada se erige como una rica ciudad cultural y artística. A sus imprescindibles como la Alhambra, la impresionante Catedral o el encantador barrio del Albaicín, hay que añadir el cautivador antiguo bazar de la Alcaicería. Visitar la Alcaicería es sumergirse en un ambiente vibrante, donde el aroma de las especias y el sonido de las conversaciones en varios idiomas crean una atmósfera que rezuma vida. Podemos encontrar joyas artesanales, cerámica pintada a mano y textiles que son perfectos recuerdos de nuestro paso por esta ciudad.
Además, su cercanía a la majestuosa Alhambra la convierte en una parada ideal en cualquier itinerario. Fundada en el s. XIV junto a la Mezquita Mayor, se accedía a ella a través de nueve puertas que se cerraban de noche para protegerla. La Alcaicería no solo es un lugar para comprar, sino una experiencia sensorial que refleja la herencia árabe de la ciudad.
Su atmósfera única se ve acentuada por los farolillos decorativos y el aroma a incienso que inunda el ambiente. Además, las teterías, con su exquisita decoración andalusí, crean un espacio acogedor que invita a relajarse. Sin embargo, es fácil perderse en el laberinto de tiendas, explorando y probando productos, lo que promete no solo una experiencia cultural enriquecedora, sino también la posibilidad de realizar compras memorables y practicar el arte del regateo.
Si quieres descansar cerca de este gran bazar, una buena opción son los Hoteles Dauro Premier y Dauro Comfort 2. Este último, situado en pleno centro de la capital, resulta idóneo para recorrer cada rincón del casco histórico y un punto perfecto para establecerse a 10 minutos de la Alcaicería para no perderse ningún recóndito puesto. Es una alternativa ideal si quieres tener todo cerca, desplazarte a pie y no perderte ningún detalle. Esta ubicación destaca por su excepcional ambiente para tapear y disfrutar de la gastronomía de la ciudad, ya que está situado en plena Calle Navas, conocida por los granaínos como ‘la calle de las tapas’.
Por otro lado, el Hotel Dauro Premier, la estrella de la cadena, está situado en la Calle Acera del Darro a tan solo unos pasos de la Catedral, El Albaycín, y La Alhambra, y es una opción más que interesante. Un ejemplo de modernidad y elegancia cerca de la orilla del río Darro.