En la Comunidad Valenciana se contabilizan 132 personas mayores de 64 años por cada 100 menores de 16, una proporción que crece a un ritmo desbocado, como se observa en el siguiente gráfico, a tenor de una esperanza de vida en máximos históricos y una caída de la natalidad que sitúa a España como el segundo país de la UE con menor número de nacimientos.
Por provincias, Alicante es la que cuenta con una mayor proporción de población activa sénior (20,5%), seguida de Valencia (19,8%) y Castellón (19,4%).
Se contabilizan 511.100 personas activas mayores de 55 años, es decir, más de medio millón personas sénior tienen trabajo o lo buscan en la Comunidad Valenciana, que suponen el 20% del total de la fuerza laboral (hace 10 años representaban el 10%).
El número de personas sénior activas ha experimentado un crecimiento del 61% en la última década (en 2013 se contabilizaban 316.800) y se ha incrementado un 140% en los últimos veinte años (en 2003 había 212.300 personas mayores de 55 años en activo).
Los baby-boomers, la generación más numerosa de la historia, ya supera la franja de los 55 años y engrosa la proporción de personas sénior en nuestro país, una realidad que se consolidará en imparable tendencia. La caída en picado de la natalidad y el aumento de la esperanza de vida ocasionan un envejecimiento de la población en cifras récord, que se traslada a una fuerza laboral que tiene una media de edad cada vez mayor.
Vivimos en un invierno demográfico, lo que significa que el número de nacimientos es insuficiente para reemplazar a las personas que fallecen. Esto conduce a una disminución de la población y, por tanto, a una menor fuerza laboral disponible, además de otros efectos como una mayor presión sobre el sistema de la seguridad social.
“Ante esta realidad, urge potenciar el talento sénior como motor de competitividad, de modo que se desechen definitivamente los prejuicios negativos que relegan a los mayores de 55 años del mercado laboral. Su contribución y aporte es clave para la competitividad de las empresas y para la sostenibilidad del país, siendo fundamental ofrecer palancas de formación y reciclaje profesional, para que un trabajador que pierda el empleo con 55 años no piense que su única opción es enganchar con la jubilación, sino que atesora un gran talento que aún puede ofrecer al mercado laboral”- destaca Francisco Mesonero, director general de la Fundación Adecco.