Para obtener esta obra maestra, los maestros destiladores emplean un delicado proceso de filtración que combina tradición y tecnología de vanguardia. El tequila se somete a un doble proceso de destilación en alambiques de cobre, para luego reposar en barricas de roble blanco americano. Posteriormente, el líquido pasa por un proceso especial de filtración que suaviza su sabor sin perder la esencia distintiva del agave. El resultado es un tequila suave, elegante y de carácter único.
Tequila 1800 Cristalino se caracteriza por su brillante claridad y sus notas seductoras. Al saborear este destilado, se pueden apreciar sutiles toques de caramelo, vainilla y frutas tropicales, que se entrelazan con el distintivo sabor del agave azul, creando una experiencia sensorial incomparable.