El Gobierno, a través de su red académica RedIRIS, puso en marcha en 2008 el proyecto RedIRIS-NOVA con el objetivo de diseñar y desplegar una red de fibra óptica propia --actualmente cuenta con 15.000 kilómetros--, de ámbito nacional.
El objetivo era el de proporcionar a los centros de investigación y universidades del país "los mejores servicios de conectividad, sin los cuales no sería posible participar en los proyectos de investigación y desarrollo que están surgiendo actualmente", detallan los pliegos de la licitación, publicada en el portal de contratación del Estado y consultados por Europa Press.
En este contexto, el contrato adjudicado a la UTE de Balalink y Redeia tiene como finalidad la adquisición e instalación de los enlaces de fibra óptica para conectar ubicaciones entre Baleares y la costa mediterránea, los cuales constarán de un tramo submarino y dos terrestres.
También se incluyen en el contrato "todas las actuaciones de instalación, despliegue, pruebas, validación y documentación necesarias para la puesta en marcha de los enlaces de fibra óptica oscura, así como las actuaciones para ejecutar la garantía posterior".
La UTE de Balalink y Redeia ha sido la única que se ha presentado a la licitación, que tiene un plazo de ejecución de 12 meses.