Así, ha aclarado que a pesar de la aprobación de esta nueva directiva, que pretende crear un ecosistema de colaboración más transparente entre plataformas obligadas y las administraciones tributarias, la forma de tributar la compraventa de productos reutilizados no ha cambiado.
En general, la venta de artículos de segunda mano realizada como particular no deberá tributar por el IRPF siempre que no se obtengan beneficios. Este sería el caso de particulares (no empresarios) que vendan sus artículos personales por debajo del precio de compra, es decir, sin que eso genere ningún tipo de ganancia patrimonial: esas ventas no tributarán en el IRPF.
Sin embargo, los profesionales que utilicen la aplicación de Wallapop como punto de venta, o aquellos particulares que reciban ganancias de alguna de sus ventas, deberán informar a Hacienda de sus operaciones, además de cumplir con cualquier otra obligación fiscal aplicable.
En este sentido, desde la Asociación Española de Asesores Fiscales (Aedaf) también han remarcado que la realidad es que la forma de tributar por la compraventa de artículos reutilizados no ha cambiado y, en el caso de los vendedores particulares, sólo sería necesario tributar en las ventas por importes superiores a su precio original, algo poco común en las transacciones de segunda mano entre particulares.