Martínez Mus ha visitado el pasado viernes el Observatorio Forestal del Desert de les Palmes en Cabanes, donde ha reafirmado el compromiso de la Generalitat “con la prevención de incendios forestales a través de una red de observatorios que nos permite estar a la vanguardia en la lucha contra los incendios que amenazan nuestro entorno natural”.
El titular de Medio Ambiente ha explicado que el proyecto incluye labores de mantenimiento en la red de observatorios forestales y la construcción de diez nuevos centros: seis en la provincia de Castellón (La Pobla de Benifassà, Altura, Cinctorres, Villafranca del Cid y Montanejos); tres en la de Valencia (Gátova, Requena y La Yesa) y uno en la provincia de Alicante (Serrella).
Durante la visita que ha realizado en Cabanes, el conseller ha destacado que los observatorios forestales “se han consolidado como un pilar esencial en la estrategia de vigilancia”. “En la última década, han sido responsables de la detección del 15 % de los incendios, lo que subraya su papel fundamental en la protección del medio ambiente”, ha destacado.
Martínez Mus ha señalado que, paralelamente al mantenimiento y modernización de estos centros, la Conselleria destina cerca de 36 millones de euros al servicio de vigilancia preventiva. “La monitorización de la salud de los bosques es fundamental no solo para prevenir incendios, sino también para garantizar un uso sostenible de los recursos naturales”, ha asegurado el conseller, quien ha insistido en que invertir en prevención de incendios “no solo nos acerca a un futuro más verde y saludable, sino que también es clave para proteger la biodiversidad y promover un desarrollo sostenible que beneficie a todos”.
Plan de Vigilancia Preventiva
Los observatorios forestales constituyen elementos clave en el Plan de Vigilancia Preventiva de la Comunitat Valenciana, con un calendario anual de operatividad en función de las necesidades. Se encuentran situados en áreas de máxima visibilidad, permitiendo una detección temprana a distancias de hasta 30 kilómetros, lo que mejora significativamente la capacidad de respuesta ante posibles incendios.
Entre sus funciones principales se incluye la localización temprana de incendios, la transmisión de información a los medios de prevención y la central, la recogida de datos meteorológicos y el seguimiento de tormentas y rayos, además de apoyar en las tareas de seguimiento de incendios forestales.