Los parones vacacionales, cuando hay una desconexión de la rutina, suelen ser periodos de análisis personal y profesional en los que surgen nuevas inquietudes, ganas de nuevos retos y cambios. Además, esto se ha visto acrecentado desde la pandemia, la forma de ver el trabajo y las prioridades han cambiado.
Verano y Navidad, las dos épocas clave
La vuelta al trabajo después de fin de año suma también el aliciente de los ‘propósitos de año de nuevo’, dentro de los cuales se recogen aspectos relacionados con la carrera profesional, la conciliación y el ‘propósito’ laboral que nos mueve a comprometernos un año más con una empresa o proyecto. En verano, cuando mayor desconexión se produce, esta reflexión es aún mayor ya que muchos profesionales comparan el estado anímico, la libertad horaria con su rutina diaria. Los estudios de marcan en un 30% la cantidad de trabajadores españoles que se replantean un cambio profesional en estas temporadas (Fundación Alares).
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