Arantxa Goenaga, socia y abogada del despacho AF Legis, explica que este aumento está directamente relacionado con la creciente demanda de alquileres durante la temporada alta y el auge de la digitalización en el sector. "Cuánta más demanda hay, mayores son los índices de estafa, sobre todo con el uso de la digitalización después de la pandemia", señala Goenaga.
El proceso de digitalización, acelerado por las restricciones de la pandemia, ha facilitado la proliferación de anuncios falsos en plataformas online. "La virtualidad permite que se puedan publicitar propiedades que no existen o que bien no concuerdan con las características que se anuncian", advierte Goenaga.
Estas prácticas son especialmente comunes en casos de alquileres que están lejos de la residencia del cliente, lo que dificulta la verificación en persona.
Uno de los métodos más comunes empleados por los estafadores consiste en hacerse pasar por propietarios de inmuebles inexistentes. Cuando el cliente muestra interés, los supuestos propietarios argumentan distintas razones para evitar mostrar la propiedad, como estar fuera de la ciudad o que la vivienda esté actualmente ocupada.
"En este caso tan común, los estafadores solicitan el abono de un porcentaje o la totalidad del alquiler de un inmueble que, en realidad, no existe", explica Goenaga. El resultado es devastador: el cliente no solo pierde su dinero, sino también su oportunidad de disfrutar de unas vacaciones merecidas.
VERIFICAR LA EXISTENCIA DEL INMUEBLE.
Para evitar caer en estas trampas, la Policía Nacional ha elaborado una serie de recomendaciones dirigidas a los potenciales inquilinos. La más crucial es evitar realizar pagos por adelantado sin haber verificado previamente la existencia del inmueble.
Goenaga subraya la importancia de comprobar personalmente la propiedad y asegurarse de que la persona con la que se está tratando es efectivamente el propietario o un agente autorizado.
"La manera más sencilla de evitar una estafa es no hacer un pago por adelantado, verificar la información acudiendo personalmente al inmueble y comprobar que realmente esas personas son las propietarias o están contratadas por los propietarios", recomienda.
Además, la abogada destaca la relevancia de denunciar cualquier sospecha de estafa a las autoridades, lo que puede ayudar a prevenir que otras personas sean víctimas. "El proceso para adquirir un alquiler vacacional debe hacerse tranquilo y siendo incisivo en varios factores", aconseja Goenaga.
También menciona que señales como webs de dudosa procedencia, ofertas demasiado buenas para ser verdad, plataformas de pago inseguras y descripciones vagas de las propiedades son indicios claros de que se podría estar ante una estafa.
Con la temporada alta en pleno apogeo, es crucial que los viajeros sean cautelosos y se mantengan alerta para no arruinar sus vacaciones con un fraude que podría evitarse con la precaución adecuada.
Tu opinión enriquece este artículo: