Asimismo, el incremento de la demanda y la subida de los precios impulsaron el volumen de negocio sectorial hasta los 72 millones de euros, un 24% más que en 2021. No obstante, la rentabilidad del sector se vio penalizada por la fuerte subida de los costes energéticos, logísticos y de envasado, así como por el encarecimiento de las materias primas.
“A pesar del favorable comportamiento de la actividad, el tejido empresarial del sector continúa reduciéndose, reflejando una paulatina concentración de las ventas en compañías de mayor dimensión”, destaca el Observatorio, que señala que en abril de 2023 operaban 476 fabricantes de cervezas artesanas registradas, frente a los más de 520 de 2019. No obstante, se estima que solo alrededor de 200 tienen una actividad significativa.
Cataluña reúne el mayor número de cerveceras artesanas, localizándose en esta comunidad el 23% del total, seguida de Andalucía, con el 14%. A continuación se sitúan Castilla y León y la Comunidad Valenciana, ambas con participaciones del 8%.
La mayor parte de las empresas son de pequeña dimensión, con menos de cinco trabajadores, y cuentan con un ámbito de actuación local, de manera que sólo los principales operadores registran una amplia cobertura geográfica y una penetración significativa en las grandes cadenas de distribución alimentaria. Asimismo, en el capital de las empresas destaca el accionariado español de carácter privado, si bien entre los principales operadores se aprecia una presencia creciente de importantes grupos cerveceros, algunos de ellos extranjeros.
Los datos para el cierre de 2023 apuntan a prolongación de la tendencia ascendente de la producción, aunque se prevé una moderación del ritmo de crecimiento, tras dos ejercicios contabilizando tasas de variación superiores al 15%, concluye el informe.
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