Una población más envejecida transformará el comportamiento del consumidor
El envejecimiento de la población mundial implica un cambio estructural en la economía y el mercado laboral, con una menor proporción de personas en edad de trabajar por cada jubilado. Se estima que para 2050 la tasa de dependencia mundial aumente hasta el 26%, frente al 16% de 2024, lo que significa que por cada 100 personas en edad laboral habrá 26 personas mayores a las que mantener, frente a las 16 actuales. Excluyendo la población de África, que es relativamente joven, la tasa de dependencia alcanzará el 31%, frente al 18% actual.
Esta transición tendrá profundas implicaciones para el comportamiento de los consumidores y la estructura de la economía en general. A medida que la población mundial envejece, se espera que los hábitos de consumo cambien, centrándose más en el gasto en experiencias que en grandes compras fijas. Según el informe, el 45% de los consumidores prevé aumentar su gasto en mejoras de su estilo de vida, como viajes, artículos de lujo y reformas del hogar, mientras que el 70% no tiene previsto comprar otra casa ni ampliar la actual.
Esta evolución en los hábitos de consumo, combinada con las tendencias hacia una mayor urbanización y automatización tecnológica, tendrá un impacto significativo en la forma en que las aseguradoras de No-Vida prestan servicio a sus clientes. Por ejemplo, en el ámbito del seguro de automóvil se anticipa una transición hacia coberturas comerciales y de movilidad compartida, ya que las personas mayores conducen menos y dependen más de los viajes compartidos. Del mismo modo, los seguros de hogar tendrán que evolucionar hacia opciones preventivas y adaptadas a la edad que tengan en cuenta los hogares más pequeños y multigeneracionales. En el ámbito laboral, las líneas comerciales tendrán que incorporar la automatización impulsada por factores demográficos y los nuevos perfiles de riesgo.
“Los importantes cambios demográficos serán determinantes para las aseguradoras de No-Vida en las próximas décadas. Las compañías deben analizar desde ahora sus carteras para comprender estas sensibilidades y determinar su exposición en mercados maduros y en transición. Esto les ayudará a desarrollar modelos de servicio optimizados y preparados para el futuro”, afirma Adam Denninger, director global del Sector Asegurador en Capgemini. “Además, tener una ventaja competitiva basada en la experiencia del cliente, impulsada por la IA, ayudará a proteger a las aseguradoras frente a una competencia basada únicamente en el precio”.
La interconexión de riesgos podrían impulsar el potencial de pérdidas
Además, las aseguradoras tendrán que afrontar las implicaciones del cambio climático y su efecto en el envejecimiento de la fuerza laboral. Según un estudio de Oxford Economics elaborado para Capgemini, el 98,5% de la población mundial estará expuesta a sequías y el 80% a lluvias intensas. Este contexto de volatilidad climática, sumada a la concentración urbana, las aseguradoras verán un aumento de riesgos interconectados que impulsan el potencial de pérdidas. Para evaluar estos riesgos y desarrollar estrategias más sensibles al clima, las aseguradoras deberán integrar en mayor medida los datos de riesgo climático y el análisis predictivo para correlacionar los riesgos y mejorar la suscripción, según el informe.
Afrontar el reto de las pólizas y seguros con datos e inteligencia artificial
Una característica clave de estos nuevos enfoques será el uso de información predictiva e inteligencia en tiempo real en la suscripción. El informe revela que el 88% de las aseguradoras reconoce la importancia crucial de la suscripción avanzada para el futuro, pero solo el 17% cuenta con este tipo de capacidades consolidadas.
Para prepararse y adaptarse a los cambios demográficos, el informe recomienda que las aseguradoras de de No-Vida adopten nuevos enfoques que incluyan:
• Centrarse en el cambio de comportamiento de los clientes: reorientar sus modelos de servicio y desarrollar soluciones sensibles a la edad.
• Transformación del modelo operativo: modernizar las arquitecturas de datos y aprovechar la IA y la automatización para crear sistemas resistentes e impulsar la eficiencia
• Gobernanza del riesgo: implementación de información predictiva sobre suscripción y gestión dinámica de carteras.
Todos estos enfoques requieren un proceso de evolución continua, en el que los ejecutivos implementan acciones a medio plazo mientras los consejos de administración abordan cuestiones estratégicas a largo plazo.
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