Según la OMS, el aire dentro de casas, oficinas y gimnasios puede ser entre 2 y 5 veces más contaminado que el del exterior
Cuando pensamos en contaminación del aire, la imagen más común es la de una gran ciudad con smog, tráfico intenso y chimeneas industriales. Sin embargo, la Organización Mundial de la Salud (OMS) advierte que el aire que respiramos dentro de nuestras casas, oficinas o gimnasios puede estar entre dos y cinco veces más contaminado que el del exterior. En esos ambientes cerrados se acumulan partículas de polvo, compuestos químicos provenientes de productos de limpieza, alérgenos, virus, bacterias y niveles elevados de dióxido de carbono, sobre todo cuando la ventilación es insuficiente.
Cuando pensamos en contaminación del aire, la imagen más común es la de una gran ciudad con smog, tráfico intenso y chimeneas industriales. Sin embargo, la Organización Mundial de la Salud (OMS) advierte que el aire que respiramos dentro de nuestras casas, oficinas o gimnasios puede estar entre dos y cinco veces más contaminado que el del exterior. En esos ambientes cerrados se acumulan partículas de polvo, compuestos químicos provenientes de productos de limpieza, alérgenos, virus, bacterias y niveles elevados de dióxido de carbono, sobre todo cuando la ventilación es insuficiente.