Se espera que esta línea permita el traslado ferroviario de semirremolques procedentes de Italia por vía marítima, para evitar así el tráfico por las carreteras españolas y sus emisiones de CO2.
La existencia de infraestructura de ancho de vía ibérico en la conexión ha obligado a la adquisición de vagones porta semirremolques de carga adecuados para sortear esta limitación técnica.
En concreto, la compañía italiana ha asumido la adquisición de semirremolques específicos de camión del tipo P400, mientras que el operador español ha hecho otro tanto con vagones del tipo T4000, al tiempo que también asume la compra de la grúa-pórtico que operará en la futura terminal del dique del Este del puerto de Valencia para acoplar o desacoplar dichos remolques en los convoyes ferroviarios.
A su vez, el puerto de Valencia acondicionará la terminal ferroviaria del dique del Este, mientras que, por su parte, Adif está adecuando algunos tramos de su red ferroviaria para posibilitar la circulación de estos convoyes ferroviarios con semirremolques de camión, al tiempo que la unión temporal de empresas que componen Renfe y Transfesa se encargará de gestionar la terminal logística de El Abroñigal como parada de destino en Madrid para este servicio.
Por otra parte, TransItalia y Tramesa mantendrán su alianza más allá de esta primera autopista marítimo-ferroviaria entre el puerto de Valencia y Madrid, ya que se prevé el trazado de nuevas líneas y destinos en los próximos años.