Grande afirmó que para poner soluciones a esta realidad, la respuesta tiene que ser comunitaria y desde todos los sectores de la población e instituciones, “puesto que juntos se llega más lejos”, apostilló. Grande también resaltó un punto importante en el posicionamiento de la sociedad ante las personas mayores, e incidió en que “no solo tenemos que ver en ellas una riqueza que hay que proteger, sino una riqueza que hay que enaltecer y valorar”.
El encuentro, que tuvo lugar en la Casa de la Cultura de Rafelbunyol, se planteó con dos mesas redondas, y sirvió para acercar a profesionales y público en general la importancia de empatizar con los más mayores, conocer las políticas en materia de la tercera edad y analizar el tratamiento que hacen los medios de comunicación respecto a las noticias relacionadas con ellos.
En la primera mesa, moderada por la directora del periódico El Meridiano, Silvia Tormo, intervinieron Beatriz Simó, Directora general de Dependencia y de las Personas Mayores de la Consellería de Servicios Sociales; Fran López, alcalde de Rafelbunyol y presidente de la Mancomunitat de l’Horta Norte; Asunción Pérez, Defensora de las personas mayores de la ciudad de València; Mª Amparo Company, Patrona y fundadora de Amigos de la Gente Mayor y David Jiménez, responsable provincial de personas mayores de Cruz Roja.
Beatriz Simó explicó que para la Generalitat Valenciana es una prioridad el bienestar físico y mental de las personas mayores. “Un aspecto primordial es ayudar a su autonomía, retrasando el mayor tiempo posible la dependencia” y destacó la importancia de los CEA, centros de envejecimiento activo que hay a lo largo de la Comunidad. Además de talleres, cursos o viajes. “Iniciativas fundamentales para que las personas mayores salgan de casa, se relacionen, estén acompañadas y compartan inquietudes, para que su salud mental esté fortalecida”, destacó la directora general.
Simó se comprometió al mejorar la financiación y el personal en los contratos programa que establece la Generalitat con los ayuntamientos, que en estos momentos se encuentran en negociaciones. Finalmente, Simó pidió que los asistentes hicieran una reflexión y se plantearan “qué puedo hacer yo por las personas mayores de mi entorno y que pueden hacer ellas por mí”.
El alcalde de Rafelbunyol, Fran López, comentó que hoy en día todos los ayuntamientos tendrían que contar en su agenda troncal a la gente mayor. “En una sociedad donde la esperanza de vida es la mayor de Europa, las administraciones más próximas al ciudadano se tienen que plantear generar planes de envejecimiento activo y la Generalitat ayudarnos para ponerlos en marcha”.
López resaltó que se aprende mucho escuchando a la gente mayor y puso como ejemplo que en 2022 el ayuntamiento de Rafelbunyol puso a disposición de los mayores 10.000 euros para sus necesidades, de los cuales salieron programas como “viajando a lo grande”, excursiones de un día, una vez en el mes a un coste bajo, que combaten la soledad no deseada y ofrecen oportunidad de sociabilizarse. «También son esenciales los talleres de memoria y las charlas que se han continuado haciendo y un amplio abanico que se tienen que continuar desenrollando». El alcalde animó a que otros ayuntamientos, que no lo han hecho, que «pongan en marcha acciones de este tipo que dan felicidad a estas personas”.
López incidió en que en la tercera edad hay diferentes etapas y se tienen que tener en cuenta y aplicar diferentes políticas dependiendo de su estado y edad. Finalmente, el alcalde solicitó a la Generalitat que utilice a las Mancomunidades para aplicar las políticas que se hacen mediante contratos programa y se les dote de técnicos de gerontología y programas continuos de envejecimiento activo.
Por su parte, Asunción Pérez, Defensora de las personas mayores de la ciudad de València, habló de las necesidades de las personas mayores y señaló que en muchas ocasiones «no se les escucha y se les ofrecen alternativas que no les interesan, por eso es fundamental escuchar sus voces”.
Pérez explicó las dificultades con las cuales se encuentran en el ayuntamiento de València para encontrar personas mayores que quieran participar en el programa de soledad no deseada. Un problema que existe porque «culturalmente el mayor que acude piensa que puede dejar en mal lugar a la familia. Un hecho que se podría plantear de otro modo y cambiar el nombre de soledad no deseada». La defensora del mayor de València, afirmó que “la soledad no es únicamente estar solo sino también sentirse solo”, y para detectar estas situaciones y tratar de ayudar, donde mejor podemos hacerlo es en los hornos o farmacias, donde las personas se desahogan.
Entre las necesidades de las personas mayores, Pérez destacó que para ellos los trámites con la administración u otras entidades «son una pesadilla por lo farragosos que son y que se tendrían que facilitar herramientas para los mayores». Finalmente, como mayor dijo que es fundamental y un deber de ellos “cuidarnos para que no nos cuiden”.
David Jiménez explicó cómo es el trabajo de Cruz Roja en este tema y cómo ha ido evolucionando. “En Cruz Roja trabajamos la soledad no deseada sin hablar de soledad. A través de diferentes proyectos porque los mayores participan de manera activa y son ellos mismos los que solucionan su situación”, argumentó. Estas líneas de trabajo no solo crean lazos entre personas de la misma edad sino también con otros sectores de la población. Jiménez puso como ejemplo dos programas de Cruz Roja. El primero se ha realizado este año en Alzira y a través de Cruz Roja se ha organizado una red con todas las asociaciones y centros del municipio. En él, la entidad se ha convertido en el vehículo para que la persona mayor accediera a otros recursos.
El segundo, es un programa piloto que empezó el año pasado en Aldaia, que es la implementación de las nuevas tecnologías en las personas mayores. Las nuevas tecnologías aparecen como una herramienta que complementa la acción presencial. Con la instalación de un Alexa la persona mayor puede acceder a contenidos y sentirse acompañada de un voluntario que interactúa con ella y la ayuda al uso de la herramienta. Esta acción permite establecer un vínculo entre personas de diferentes generaciones y empoderar a las personas mayores, consiguiendo algo más, que la persona mayor pase de ser un usuario a ser un agente activo en la sociedad. En la actualidad se han instalado 300 Alexas en la provincia y el objetivo es que en 2025 se llegue a los 2.000.
Amparo Company, patrona y fundadora de Amic de la Gent Major, manifestó que es en las personas mayores en el colectivo que más se siente y resiente la soledad no deseada, cosa que desemboca en un deterioro cognitivo y depresión.
Company relató que el lema del fundador de Amic de la Gent Major, colectivo que representa, es “las flores antes que el pan”. “El material es necesario pero las flores son el afecto y no hay que permitir que a nadie le falte”, aseveró Company.
La fundación que representa Company quiere continuar creciendo y ofreciendo acompañamiento y actividades a quienes lo necesiten. No dejar solo a un mayor es su objetivo y en este camino «no solo afecta a las administraciones, la sociedad civil se tiene que involucrar, nos tenemos que cuidar entre todos”, indicó Company, que pidió ayuda y colaboración de todos.
Los medios de comunicación
En la segunda tabla del foro, moderada por la periodista Gema Marí, se dialogó sobre el tratamiento que se hace de las noticias que hablan sobre los mayores en los medios de comunicación. Moisés Rodríguez, redactor de deportes de Las Provincias; Carolina López, directora de Aldaia Radio; Carlos San Juan, impulsor de la campaña ‘Soy Mayor, no idiota’; Ana Gómez, responsable de comunicación de Cruz Roja y Pau Ivars, jefe de sección de informativos de À Punt; hablaron del asunto.
Para empezar, Carlos San Juan, que se convirtió en portavoz hace unos años de las personas mayores, repasó su experiencia con los medios de comunicación y sus sensaciones después de la campaña ‘Soy Mayor, no idiota’.
La mayor dificultad con la cual se encontró Carlos fue no saber en quién dirigirse, “los mayores no tenemos ninguna representación en el Gobierno”, manifestó San Juan, que señaló que no se consultó la digitalización de la banca a los mayores, no se les tuvo en cuenta. En esto, ni en otros cambios provocados por la digitalización. Por este motivo , considera que los mayores son las víctimas de todos los cambios. San Juan resaltó que gracias a change.org se catapultó su protesta y hubo gran empatía por parte de los medios de comunicación, que la extendieron por toda Europa, incluso cruzó el charco.
“El ministerio de Economía y el gobernador del Banco de España se sensibilizaron gracias a los medios. Se consiguieron miles de firmas, pero todavía se podían haber conseguido más si no fuera por las barreras”. San Juan lamentó que desde la campaña comenzó un cambio de trato de los medios hacia las personas mayores, «pero que sería necesario un esfuerzo mayor, puesto que continúan haciendo noticias de forma edadista”.
Por su parte, Moisés Rodríguez narró su experiencia en el periodismo deportivo, y es que cada vez hay más gente mayor que se dedica a practicar deporte y el tratamiento a los medios de comunicación no es el mejor. “La cobertura y la atención no es suficiente. Con reportajes sobre deportistas veteranos he aprendido cómo se adaptan a sus necesidades, pero continúan queriendo y practicando su deporte”. Rodríguez mencionó el canal de mayores que existe en Las Provincias como una gran oportunidad para atender las necesidades y anhelos de la tercera edad.
Carolina López explicó cómo se tiene en cuenta en Aldaia Radio a las personas mayores. En pleno confinamiento, cuando la emisora retomaba las emisiones, decidieron lanzar un programa de acompañamiento donde se podían enviar mensajes de aliento y cariño, y dedicar canciones. Muchos mayores utilizaron las ondas para mandar unas palabras a sus seres queridos y recibirlas. “Nos dimos cuenta de la importancia de esta fórmula para los mayores y sus familias. Además, ellos son muy vitales y tienen una gran experiencia, tienen mucho a aportar a los medios de comunicación”.
Ana Gómez expresó que uno de los proyectos de Cruz Roja para el tratamiento de las personas mayores en los medios es lo del buen trato. “En los medios de comunicación se promueve a veces una imagen que no es correcta, desde Cruz Roja trabajamos porque no se les infantilice. Evitamos que se caiga en el edadismo y procuramos que se tenga en cuenta que son personas activas y que tienen que recibir un trato correcto de los medios de comunicación”.
Por último, Pau Ivars explicó que en À Punt consideran que no solo las personas mayores son la audiencia más fiel sino que además pueden aportar muchísimo. “En los informativos pensamos en temas que les interesen a ellos, pero también queremos escuchar su voz. Queremos que ellos nos hablen en los informativos y en otros programas, porque la experiencia es un valor muy importante que tiene que estar presente en la televisión pública de todos los valencianos”.
Tu opinión enriquece este artículo: