Con este acuerdo, Volotea tiene previsto comprar a TotalEnergies hasta 7,5 millones de litros de SAF entre 2025 y 2029 con el objetivo de reducir su huella de carbono en estos vuelos.
Según los estudios realizados por la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA), el SAF puro permite reducir las emisiones de CO2 hasta en un 90% a lo largo de todo su ciclo de vida en comparación con su equivalente fósil. En la práctica, el SAF se mezcla con queroseno antes de ser suministrado a los aviones.
Este combustible se produce a partir de residuos y desechos, como aceites de cocina usados o grasas animales, y puede utilizarse en los aviones actuales sin necesidad de modificar ni los motores ni las infraestructuras.
Volotea empezó a integrar el SAF en su flota en el año 2022, y desde entonces, ha consumido más de un millón y medio de litros de este combustible. A nivel europeo, la aerolínea colabora con varios proveedores también en España e Italia para promover el desarrollo del SAF utilizando materias primas circulares.
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